La adicción de los adolescentes a internet, a las redes sociales, a los videojuegos o a las apuestas online, han llegado a las consultas de los médicos y las médicas de familia y también son el tema que se aborda en el nuevo episodio de El Fonendo, el podcast de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
A pesar de los obvios beneficios para el aprendizaje y la difusión del conocimiento que ofrecen las plataformas de gamificación o la rápido diseminación y consumo de la información, existe un peligro en caer en el uso adictivo y, como en cualquier proceso de adicción, los jóvenes y adolescentes son el grupo de población de más riesgo.
Salpicado de declaraciones de chavales y chavalas de entre 13 y 18 años, el episodio número seis del podcast parte de datos tan alarmantes como que uno de cada tres adolescentes de 16 años hace un uso compulsivo de las pantallas, según la última Encuesta Sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España.
El episodio cuenta con la participación de Francisco Javier Leal Helmling, médico de familia en un Centro de Salud de Úbeda, en Jaén, y miembro del Grupo de Trabajo de Atención a la Adolescencia de la semFYC. «Estamos viendo que los adolescentes son de los que menos cumplen el tiempo de ejercicio que deben hacer acorde a su edad» y existe una relación directa con la facilidad que tienen de «coger su dispositivo, su tablet, su móvil y jugar y relacionarse con un mundo prácticamente infinito de estímulos», afirma.
Deterioro cognitivo
Y es que la adicción a los dispositivos tecnológicos entre personas de 13 a 18 años se ha convertido en un verdadero problema. Los estudios y análisis internacionales así lo confirman. Según la clasificación CIE 11, la clasificación internacional de enfermedades a partir de los 12 meses de un uso desproporcionado y nocivo de estos dispositivos es cuando se produce el desorden. Dicho desorden implica deterioro cognitivo y pérdida de control. Un señal de que el uso de tecnología empieza a ser preocupante es cuando se antepone a otro tipo de intereses de la actividad diaria y cuando dicho uso y consumo persiste pese a tener constatadas consecuencias negativas.
Pero no solo eso. Además, las pantallas se han convertido en la puerta de entrada a la ludopatía para muchos jóvenes: uno de cada tres chicos de 16 años juega dinero online, con el peligro que eso puede suponer. Leal advierte de que toda relación no sana con la tecnología puede activar un mecanismo de dependencia similar al de otras adicciones, como el alcohol, el tabaco o cualquier droga: “Se comporta exactamente igual que cualquier otra adicción. Entonces, las conductas de juego activan sistemas de recompensa que son similares a los que se activan con la droga.”
Diferencias por género
Las apuestas online puede ser la adicción más alarmante, pero no es la única. Las ciberadicciones van desde la navegación compulsiva por internet al enganche a las redes sociales. Los estudios han demostrado, además, que afectan de manera diferente a los géneros: “Los chicos suelen ser más frecuentes los juegos y también las apuestas. Sin embargo, en el caso de las chicas, suelen tener más predilección por las redes sociales”.
Para controlar este problema, sin duda, lo mejor es prevenirlo. Javier Leal: “Antes de que un adolescente, o mejor dicho un niño, empiece a probar un dispositivo y a conectarse a internet, es importante que los padres establezcan unas normas. Siempre va a ser mejor que el dispositivo en el que naveguen esté en un lugar donde haya cierta supervisión por parte de los padres”. Y esto debe hacerse antes de llegar a ala adolescencia. “Una vez que a un adolescente le quitas el poder que tiene sobre su dispositivo, te puede demonizar. Sin embargo, cuando tú lo pactas previamente, es mucho más sencillo”.
Se pueden oír todos los episodios de El Fonendo en este enlace.
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